Miles de personas demostraron ayer su fervor por la patrona de Valencia, la Virgen de los Desamparados, en su día grande, cuando sus devotos llevan en volandas su imagen desde la basílica hasta la catedral entre gritos, lágrimas y poemas y al grito unísono de "Visca la Mare de Déu". El presidente en funciones de la Generalitat, Francisco Camps, y otros muchos políticos del PP asistieron a la Missa d'Infants y al posterior traslado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 9 de mayo de 2011