En Rusia se organizan viajes para mostrar la devastación que produjo el estallido de un reactor de la central nuclear de Chernóbil, y en Madrid, excursiones para conocer in situ los efectos sísmicos producidos en el territorio por la gestión del PP. Leo Bassi, artista teatral y circense, ha organizado una nueva edición de sus Viajes en Bassibus por lo peor de nuestra región, tan rica en obras públicas de dudoso interés general.
Dos bassibuses salieron ayer desde la antigua fábrica de Tabacalera de la calle de Embajadores, con rumbo desconocido: las sorpresas forman parte del juego. La primera, fue la presencia de José Tomás, testigo de la trama Gürtel, que habló de su trabajo de "vendedor de moda" mientras pasábamos por delante del despacho de Correa, de la antigua tienda de Milano, de Forever Young y de la sede del PP en la calle de Génova.
En Boadilla del Monte ("naturaleza, cultura, deporte y... negocio", reza un cartel a la entrada), los bassibuses pararon en la avenida del Generalísimo esquina con José Antonio, donde, explicó Bassi, Correa tuvo en su día una oficina alquilada al Ayuntamiento. Cerca de allí, impresiona la mole de la Ciudad del Deporte y la Salud, cuya construcción, se nos explica, lleva tiempo paralizada. En cada rotonda, pendones publicitarios del PP, y en algunas otros con el lema: "Contra la corrupción, rebélate", de Alternativa por Boadilla.
En la yerma autopista radial 2, Bassi propone bajar a jugar al fútbol: en todo el trayecto nos cruzamos con un solo coche. Urbanizada, asfaltada y electrificada pero sin un solo edificio, "Valdebebas, la mejor forma de hacer ciudad", reza una valla publicitaria en mitad de la nada. En Algete, visitamos el inicio de las obras de dos campos de golf en una finca inmensa del duque de Alburquerque y un paraje contiguo de propiedad municipal recién reforestado cuya belleza agreste tiene los días contados: la Federación Madrileña de Golf hará allí otro par de campos, contestados por el PSOE e IU, por Ecologistas en Acción e incluso por clubes de golf privados que acusan a la Federación de competencia desleal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 9 de mayo de 2011