La imagen del etarra Ander Errandonea con una pancarta animando a votar a Bildu es la última de una larguísima lista de los actos reivindicativos que el etarra realizó los 25 años que pasó en prisión. Solo en 2010 fue sancionado por más de 20 infracciones disciplinarias. El último fue por una acción muy similar a la que protagonizó el martes a las puertas de la cárcel de Herrera de la Mancha. Durante un plante con otros presos etarras el pasado febrero, mostró una pancarta reivindicativa ante el resto de reclusos y los funcionarios de prisiones.
Sin embargo, Instituciones Penitenciarias no lo considera de los más radicales. Sus actitudes negativas lo mantuvieron durante años en cárceles muy alejadas de Euskadi, como Ceuta, Las Palmas o Huelva, hasta que en 1993 recaló en Herrera de la Mancha. Como la mayoría de presos de ETA no se ha arrepentido de sus delitos ni ha firmado la carta de perdón a las víctimas y de abandono de la organización.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 12 de mayo de 2011