- A batazo limpio. La tensión en campaña puede llegar a cotas muy altas. Al ver a Felip Puig blandiendo un bate de béisbol, cualquier opositor huiría veloz y juraría que los recortes no existen. Pero ni Puig quiere liarse a golpes ni cree ser Joe DiMaggio. Los militantes de Vic le regalaron un bate como el de su doble de Polònia. Y ya se sabe que para quedar bien hay que hacerse la foto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 14 de mayo de 2011