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Reportaje:Atrapados en las listas de espera

Una operación "urgente" en espera desde 2010

Bellvitge suspende dos veces en 40 días una delicada intervención a un paciente

J. L. H., de 50 años, no esperaba que la medicación que tomaba por la enfermedad de Caroli que sufre desde 2004, caracterizada por una malformación del hígado, le produjera efectos secundarios. La tomó el año pasado para evitar la retención de líquidos y la consecuencia fue un aumento repentino de los pechos.

En diciembre del año pasado, su médico lo envió directamente al hospital de Bellvitge, donde se determinó que era "un caso urgente", explica J. L. De ahí que en febrero le realizaran todas las pruebas preoperatorias para efectuarle una reducción de mamas el 1 de abril. El 28 de marzo, sin embargo, recibió "una llamada de un número oculto", indica, y le informaron de que la intervención se posponía hasta el 6 de mayo a causa de "una urgencia". Pensó que podía esperar un mes más, pero la desesperación lo embargó cuando un día antes, el 5 de mayo, volvió a recibir una llamada por la que se le comunicaba que la operación se retrasaba por segunda vez hasta el 2 de junio. Indignado, pidió explicaciones. "El sistema no puede absorber una urgencia en un periodo de un mes", le contestaron.

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Su vida social y personal se ha visto afectada porque "la gente nota los pechos" y repercute "mucho", insiste, en su autoestima. De hecho, admite que acostumbra a vestir sudaderas anchas para que pasen desapercibidos. "Si es un caso tan urgente, ¿por qué me llaman diciendo que vuelva el mes que viene?", se pregunta enfadado. El continuo cambio de fechas ha afectado a su agenda. "No puedo hacer y deshacer mi rutina cuando ellos quieran", lamenta. Además, denuncia el trato que recibió por teléfono: "No me dijeron ni un 'lo siento".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 14 de mayo de 2011