Por desgracia todavía la fabricación, distribución y venta de armamento de todo tipo y vehículos militares sigue siendo hoy un tétrico a la par que lucrativo sector económico. Además, ese macabro mercado tiene a los países occidentales y "democráticos" como principales productores y a los estados fallidos, pobres o en desarrollo como sus principales clientes.
Habida cuenta de estas circunstancias, creo que lo menos que debieran hacer los países productores de armamento es dar estadísticas completas y detalladas de la cantidad, tipo, modelo y características de dicho armamento y los países de destino final y tránsito. Así al menos tendríamos información oficial sobre lo que hacen nuestros Gobiernos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 14 de mayo de 2011