Cuando uno está en la oposición, el manual dice que debe asaltar la alcaldía usando la idea del cambio, cataplasma para las campañas. CiU vende "el cambio en positivo" allá donde le interesa, como Barcelona. En la capital catalana, la demoscopia, siempre traidora, apunta a Xavier Trias como sucesor de 32 años de socialismo. Pero el cambio real lo ha dado el mismo Trias.
Repasando la videoteca de Youtube, uno ve que en 2003 Trias protagonizó un anuncio de lo más naif: aparece en un vagón de metro con un ejemplar de un diario -que ahora sí se edita en catalán- que reza que ha ganado la alcaldía y se baja en la estación de Sant Jaume. Mucha poesía, como la que hubo en el spot de 2007, cuando el símbolo del cambio de Trias era una manzana -muy parecida al corazón actual del PSC de Hereu-y se proclamaba alcalde del cambio. Ahora habla del cambio positivo y aparece comiéndose un buñuelo con fruición y consultando un iPad en el asiento trasero de un coche. ¡Vaya cambio! Además, ahora se reconoce "abuelo", mientras que en 2003 aparecía en los carteles sin afeitar, un madurito interesante a lo Richard Gere.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 15 de mayo de 2011