Esquerra Republicana dio pista libre a Jordi Portabella para configurar su candidatura por Barcelona. Portabella se las prometió muy felices cuando, con el objetivo de reunir el voto soberanista, pactó con Reagrupament y Joan Laporta asegurando que competía "por la victoria". Pero a una semana de campaña la frescura de Laporta se ha apagado y la coalición Unitat per Barcelona encara los comicios con los sondeos revelando que no solo no luchará por la victoria, sino que tendrá difícil repetir los resultados de hace cuatro años.
La coalición independentista complica una posible reedición del tripartito en el Ayuntamiento. Sin ir más lejos, Laporta dejó claro ayer qué piensa del PSC. "No es digno de este país", zanjó el diputado. Reagrupament comparte el recelo hacia los socialistas. El día que el grupo firmó con Portabella el pacto para concurrir juntos a los comicios, Reagrupament y ERC no se pusieron de acuerdo sobre la posibilidad de reeditar el tripartito. Con tres fuerzas tan acostumbradas a la escisión, su rumbo tras los comicios es imprevisible.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 16 de mayo de 2011