Alcoi celebró ayer la última jornada de las fiestas de Moros y Cristianos. En el día del Alardo o Batalla de Arcabucería los festeros dispararon con sus arcabuces 2.500 kilos de pólvora.
La jornada arrancó temprano con el contrabando, un parlamento con toques irónicos y referencias a la actualidad política local que protagonizan las filaes cristianas Contrabandistas y Maseros.
El disparo de pólvora en la batalla de arcabucería por parte de los festeros se prolongó durante todo el día. El castillo fue el escenario de las embajadas entre los representantes del bando moro y del cristiano, en las que piden la rendición de la fortaleza. El moro interpretó un emotivo monólogo en el que instó a los cristianos a la rendición del castillo, y por la tarde la Estafeta y la Embajada Cristiana rememoró la victoria cristiana. Por la noche, la aparición de Sant Jordiet, matando a los moros, puso fin a la fiesta.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 17 de mayo de 2011