Las autoridades guatemaltecas responsabilizaron ayer al cartel de narcotraficantes y sicarios mexicanos de Los Zetas del asesinato el pasado domingo de 27 labradores, entre ellos dos mujeres, a los que decapitaron después de haberlos matado a balazos.
El director adjunto de la Policía Nacional Civil (PNC), Gerson Oliva, dijo a los periodistas que los cadáveres fueron hallados ayer en la finca Los Cocos, a unos 630 kilómetros al norte de la capital guatemalteca. Según los investigadores de la PNC, unos 200 hombres fuertemente armados, integrantes de una de las células de Los Zetas identificada como Z-200, llegaron a Los Cocos el domingo y atacaron a los labradores.
La decapitación es una práctica común de Los Zetas, considerado uno de los más sanguinarios grupos de narcotraficantes de México. En los últimos tiempos este grupo ha incrementado su presencia en Guatemala a raíz del aumento de la presión de las fuerzas de seguridad mexicanas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 17 de mayo de 2011