El cese del director del Consejo Nacional de la Cultura y de las Artes (Conca), Pep Montes, y el nombramiento en su lugar el día 10 de Norbert Tomàs, hasta entonces director general de Cooperación Cultural del Departamento de Cultura de la Generalitat, ha provocado la crítica de varias asociaciones de profesionales del ámbito de la cultura. En un comunicado, una decena de estas asociaciones expresa que pese a que el cambio se ha llevado a cabo de acuerdo con el procedimiento que determina la ley del Conca y con el consentimiento de su presidente, el nombramiento "pone de manifiesto la fragilidad del consejo a la hora de mantenerse inmune a la ingerencia partidista".
La llegada de Tomàs se ha interpretado como una maniobra del consejero de Cultura Ferran Mascarell para situar a un afín en un organismo que escapaba a su empeño por homogeneizar la Administración cultural pública.
"La dirección del Conca no es un cargo de confianza política", señala el comunicado, "al contrario, el Conca y su gestión han de mantenerse a distancia de la injerencia partidista, los cambios de Gobierno y los avatares electorales". El texto lo firman, entre otras, la Asociación de Artistas Visuales de Cataluña, compañías profesionales de danza, la de músicos de jazz y música moderna, la de profesionales del circo y la de críticos de arte, entre otras.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 20 de mayo de 2011