Aunque el sollozo apenas le dejó articular un discurso inteligible, a Iván de la Peña se le entendió ayer perfectamente cuando confirmó que se retira del fútbol a sus 35 años y después de que el 30 de junio concluya su contrato con el Espanyol.
Lo Pelat aspira a escenificar su despedida desde el campo, durante el encuentro que mañana enfrentará al equipo blanquiazul con el Sevilla, en el estadio Cornellà-El Prat, rodeado de la hinchada que le ha jaleado los últimos nueve años de los 23 en que ha ejercido como futbolista. "Va a ser el encuentro más difícil y duro de todos", admitió entre lágrimas, "pero también el más bonito".
Acompañado de su entrenador, Mauricio Pochettino, y de algunos compañeros del Espanyol, el centrocampista cántabro se ha vencido ante un carrusel de lesiones que durante la presente temporada tan solo le han permitido jugar 31 minutos, en Vila-real, y cinco partidos de la Liga en los dos últimos cursos. "He pensado en operarme, pero... ya está", explicó emocionado; "mi cabeza quería seguir, pero mi cuerpo ha dicho basta".
Formado en el fútbol base del Barcelona, a Lo Pelat le ha faltado continuidad desde que debutó en la Primera División, el 3 de septiembre de 1995, para corresponder a la condición de ídolo que ha merecido en los distintos equipos en los que ha jugado: el propio Barça, el Lazio, el Marsella y el Espanyol.
A pesar de que las lesiones le han martirizado, siempre ha mantenido una capacidad única para generar las máximas expectativas cada vez que ha tomado la pelota en la cancha, como cuando marcó dos goles, uno de cabeza, en su última visita al Camp Nou. Ganador de la Liga, de dos Recopas y de tres Copas e internacional, ha disputado 268 partidos en la máxima categoría española y marcado 19 goles.
A Lo Pelat, sin embargo, se le aplaudía por su ingenio para armar el último pase. La conexión que tuvo con Ronaldo en la temporada 1996- 1997, en el Barça, ha sido una de las más celebradas.
De la Peña pretende continuar vinculado al fútbol. Aún no se ve como entrenador, pero es posible que forme parte del cuerpo técnico del Espanyol después de un descanso. Mientras resuelve sus dudas, los aficionados al fútbol comparten su sollozo. Lo Pelat es irrepetible.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 20 de mayo de 2011