El PP y el PSOE restan importancia a la venta del 15% de Pescanova que estaba en manos de Novacaixagalicia. La operación es una de las obligaciones del Banco de España a la caja, que le pide que se deshaga de sus inversiones para aumentar su capital básico, y choca con la reclamación de los partidos durante el proceso de fusión de las cajas, que remarcaban la necesidad de que la entidad mantuviese su relación con el sector productivo gallego. La voz del BNG, sin embargo, insiste en que se están vendiendo "las joyas de la corona y eso significa pan para hoy y hambre para mañana". Las acciones de Pescanova se revalorizaron ayer en un 0,2%.
Tanto el portavoz de economía de los populares, Pedro Puy, como la responsable socialista de este área, María José Caride, resaltan que con la compra del 5% de las acciones de la caja por presidente del consejo de administración de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, se mantiene el timón de la empresa en Galicia. Puy consideró que la caja ha cumplido en ese caso su función de dar estabilidad financiera y cuando las empresas "ya van bien por sí solas y no necesitan un apoyo específico". "Es evidente que no es una mala operación para la caja", valoró.
"Entiendo que es una decisión meditada", indicó la portavoz socialista, que mostró, sin embargo, su deseo de que Pescanova "siguiera en manos de Novacaixagalicia porque le da estabilidad a la inversión". Sus dudas surgen en relación al peso que tienen los activos gallegos dentro de la caja, si siguen manteniéndose. "Sería un error deshacernos de activos gallegos y mantener otros que a lo mejor no son rentables", explicó.
La operación no contenta al BNG. "Estamos asistiendo a un empobrecimiento de Galicia", explicó el responsable en materia económica, Fernando Blanco, que recordó la venta de las participaciones de Caixanova en R previa a la fusión. El diputado consideró también que las desinversiones "en otros casos puede llevar a la deslocalización del capital, que en un momento dado puede tomar decisiones que no están vinculadas al país". Para el BNG, la estrategia del Banco de España consiste en "apretar a las cajas hasta el final". "Es una situación muy grave", concluyó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 25 de mayo de 2011