La socialdemócrata y exministra federal de Familia alemana Christine Bergmann planteó ayer que las víctimas de abusos a menores -que salpicaron a la Iglesia católica- perciban ayudas para terapias e indemnizaciones, entre 1.500 y 50.000 euros, incluso cuando el delito ya haya prescrito.
Bergmann propuso, como comisionada independiente, esta iniciativa en un informe que recoge 11.400 llamadas y 2.100 cartas de víctimas de abusos en un año. Un tribunal de arbitrio, formado por expertos y afectados, dictaminaría si la denuncia está fundamentada o no. En el caso de abusos cometidos en el seno familiar, el Estado se encargaría de resarcir a la víctima.
El Gobierno alemán planea establecer que las consecuencias civiles de estos delitos no prescriban antes de 30 años, pero Bergmann pide, además, que no se empiece a contar desde la comisión del crimen, sino desde que la víctima cumpla 21 años.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 25 de mayo de 2011