Ibiza ardía anoche por tercer día consecutivo. El siniestro forestal extendido por pinares del municipio de Sant Joan, desde la montaña hasta el mar, mantenía activos diferentes frentes y focos dispersos. "El incendio está más estabilizado pero aún no está controlado", detalló a última hora el portavoz de Emergencias del Gobierno de Baleares. Se espera que las tareas de extinción sean determinantes este sábado, y que el viento y el calor amainen, para poder dominar la situación. Está afectado un territorio protegido, no urbanizado, con cientos de casas dispersas.
Una flota de 20 aeronaves apagafuegos -hidros, helicópteros y avionetas- intervino con cientos de descargas de agua, de sol a sol, para intentar ahogar llamas y rescoldos. El área del siniestro está delimitada por las líneas que el fuego marcó desde el miércoles a mediodía, un perímetro de 20 kilómetros. Ayer el Instituto Balear de la Naturaleza situó en 1.500 las hectáreas afectadas, rebajando provisionalmente el primer cálculo, de 2.000 hectáreas arrasadas.
Un apicultor, que ha sido detenido, provocó el fuego de forma fortuita
Es el incendio más grave y de mayor extensión conocido en Ibiza y en el conjunto de la comunidad balear en dos décadas. Más de 500 personas integran el operativo de extinción y control, encabezado por los militares de la UME junto a bomberos, agentes forestales, policías y guardias civiles. Unidades de las comunidades valenciana y catalana se sumaron a los equipos reunidos en Ibiza.
El enorme fuego ha atemorizado a miles de personas en Sant Joan, Portinatx y Cala Sant Vicent. No ha habido heridos por el siniestro. En una vivienda se ha quemado mobiliario de cocina por el calor exterior. Unos 350 vecinos fueron desplazados por precaución.
Las llamas, provocadas fortuitamente por un apicultor detenido, han afectado a cerca del 3% de la superficie de Ibiza, en gran parte paisaje natural, protegido.
En las montañas y los espesos bosques de la zona ha quedado un paisaje lunar de cenizas y troncos quemados junto a espacios que todavía conservan un verde intenso. El devastador incendio ha arrasado la naturaleza hasta la orilla del mar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 28 de mayo de 2011