La empresa Ferroatlántica reclama a la Xunta que repare el daño que le causa al retirar el permiso que la propia Administración gallega le otorgó en 2000 para secar la cascada de Ézaro. La Consellería de Medio Ambiente anuló en diciembre por incurrir en vicios de nulidad la declaración de impacto ambiental que la Xunta de Manuel Fraga otorgó a Ferroatlántica -que gestiona cuatro minicentrales en el Xallas- y con la que la empresa podía establecer horarios de apertura del salto de agua. Ahora, la empresa reclama a la Xunta responsabilidad patrimonial, según explicó el presidente de Augas de Galicia, Francisco Menéndez, ayer en comisión parlamentaria. "La empresa solicitó una responsable patrimonial que consideramos que no se debe producir, pero eso formará parte de un expediente que se tiene que instruir", indicó.
Menéndez defendió también el papel de su jefe, el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, -que era en 2000 el responsable de Augas de Galicia- al asegurar que "era obligado y vinculante" firmar la declaración de impacto ambiental que permitió regular los horarios de la cascada. El actual responsable de Augas criticó además que el Gobierno bipartito no revisase la autorización de oficio cuanto en 2007 Ferroatlántica solicitó una modificación de su concesión.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 28 de mayo de 2011