La secretaria de Estado de EE UU, Hillary Clinton, visitó ayer Islamabad con la mirada puesta en la lucha antiterrorista y la guerra afgana para recomponer las relaciones con Pakistán, muy deterioradas tras la muerte de Osama bin Laden. "No hay absolutamente ninguna prueba de que alguien al más alto nivel en el Gobierno paquistaní supiera que Bin Laden vivía solo a unas millas de donde estamos", declaró Clinton tras reunirse con las cúpulas civil y militar de Pakistán.
Aunque Clinton descartó que las autoridades paquistaníes estuvieran al tanto de la presencia del jefe de Al Qaeda en la casa donde lo mataron comandos estadounidenses el pasado día 2, lanzó también advertencias a sus interlocutores para que incrementen la presión contra los terroristas.
La jefa de la diplomacia norteamericana desveló que la parte paquistaní ha admitido que "alguien, en algún lugar" conocía el paradero de Bin Laden antes de la operación en la ciudad de Abbottabad, pero no quiso dar más detalles al respecto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 28 de mayo de 2011