La Casa del Rey ha dado marcha atrás en su decisión de limitar el acceso de los medios de comunicación a las audiencias de la familia real en el palacio de la Zarzuela y en el del Pardo. La idea inicial consistía en prohibir la entrada a los redactores y admitir solo a los gráficos para evitar preguntas. La decisión se tomó después de que se emitiese una filmación en la que se veía a don Juan Carlos mostrando su enfado ante las cámaras.
Todo sucedió a raíz de la pregunta formulada por una periodista al Rey. "¿Cómo está, Majestad?", le dijo horas después de que se anunciara que iba a ser operado de la rodilla derecha. Don Juan Carlos respondió: "Fatal, fatal, fatal. Como decís que estoy mal... Lo que os gusta es matarme y ponerme un pino en la tripa. Eso es lo que hacéis la prensa". En este tipo de actos no se admiten preguntas, pero a veces se rompen las normas con cuestiones simples o saludos que en ocasiones cuentan con la complicidad de la familia real.
El incidente de la discordia sucedió el pasado 30 de mayo, cuando el Rey recibió a los órganos directivos de la confederación de empresarios CEIM. Los responsables de Comunicación de la Casa del Rey han reconocido que fue un error su decisión inicial y han pedido disculpas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 9 de junio de 2011