Los principales sindicatos con representación en las cajas vascas insistieron ayer en su rechazo a un proceso que consideran de "bancarización" y que amenaza el modelo social que hasta la fecha ha imperado en BBK, Kutxa y Vital. Lo hicieron tras mantener en Bilbao un primer encuentro con las entidades financieras para abordar el proceso de integración y empezar a establecer un calendario de trabajo con relación a las cuestiones laborales que se deberán definir.
Durante la reunión, que duró tres cuartos de hora, los responsables de las tres cajas trasladaron a las centrales sindicales que, en un principio, no se contemplan excedentes de personal y que, si finalmente se producen, se estudiaría cómo llevar a cabo el proceso. Según avanzaron, su pretensión es que el acuerdo marco de la fusión garantice la estabilidad de la plantilla actual. Por otro lado, y por cuestiones de operatividad, plantearon la necesidad de reducir el número de personas que conformarán la mesa negociadora, ya que al encuentro de ayer asistieron casi medio centenar.
Tras defender la estabilidad del empleo, ELA reclamó desligar la negociación de la de los convenios de 2011 y reivindicó un ámbito de negociación propio para cada territorio vasco y Navarra, así como que la representación sindical se ajuste a la participación de las actuales cajas en el capital social de la futura entidad. LAB, por su parte, realizó una concentración previa al encuentro en la que exigió la paralización "inmediata" de la fusión fría y el impulso de una "fusión natural" para crear "una caja unificada y no un banco".
Fuentes de CC OO insistieron a Europa Press en que durante el encuentro trasladaron a los responsables de las cajas que en el proceso de integración no debe haber "medidas traumáticas" y que, en caso de producirse excedentes de plantilla, deberán gestionarse a través de prejubilaciones o bajas incentivadas. Pixkanaka añadió que durante la negociación no olvidará las cuestiones relacionadas con la movilidad del personal.
Al margen del encuentro con los sindicatos, el proceso de fusión regresó ayer al protagonismo político. Por la mañana, el portavoz del PSE, José Antonio Pastor, acusó al PNV de querer "blindar" el futuro banco de las cajas vascas contra Bildu, evitando su entrada en el consejo de administración, "para que no socave su poder económico". Por la tarde, los nacionalistas desmintieron esta pretensión y acusaron a los socialistas de querer utilizar la fusión en su contra.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 10 de junio de 2011