El férreo dispositivo montado por la Policía Local no pudo impedir que un grupo de cinco indignados se colaran en el auditorio de Vigo donde se celebró la constitución del Ayuntamiento, mientras en el exterior medio centenar de ellos protagonizaron una ruidosa cacerolada.Los cinco del interior interrumpieron con silbatos la lectura de la promesa o juramento de sus cargos de concejales de los cabezas de lista de las tres fuerzas, mientras dos de ellos, tocados de sombrero y gafas de sol, afloraban sendos carteles manuscritos: "No hay pan para tanto pepino". A la tercera interrupción, cuando leía Corina Porro, fueron desalojados sin mayores incidentes.
Las protestas del Movimiento 15-M se sucedieron en todas las ciudades. En Ourense, un grupo persiguió a José Luis Baltar tras la sesión coreando "No hay pan para tanto chorizo".
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 12 de junio de 2011