Hasta hoy tenía la creencia de que los fondos estructurales para ayudas de la UE estaban destinados a países comunitarios y no para cubrir daños por catástrofes naturales, situaciones de riesgo de todo tipo, etcétera. Ignoraba que los perjuicios económicos ocasionados por negligencia, incapacidad y falta demostrada de medidas adecuadas causadas por un país miembro de la Comunidad Europea, estuvieran incluidas en el paquete de ayudas.
Es obvio, a mi modo de ver, que el inmenso coste económico, moral y de prestigio causado por la ministra de Sanidad de Hamburgo, Cornelia Prufer-Storks, a la agricultura española por su inaceptable incompetencia, así como la más que probable quiebra de los dueños del restaurante y la empresa agrícola, ambos alemanes, al ser sucesivamente inculpados por ella, o por responsables de su entorno, de ser los culpables de la epidemia, no deberían ser sufragados con fondos de la UE, sino por el Gobierno de Angela Merkel que tan estricta se manifiesta para autorizar el rescate de Grecia.
Es absurdo que se discuta el porcentaje de la compensación, dadas las irresponsables circunstancias con que se han ido señalando los falsos culpables de la epidemia, la cobertura de daños debe de ser del 100% además "del lucro cesante".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 12 de junio de 2011