Envidia (no sé, si sana) siento al leer en las páginas de EL PAÍS lo que está pasando en Islandia, país del norte de Europa, donde se va a sentar en el banquillo al anterior primer ministro acusado de negligencia grave por su gestión en la crisis, y después de haber "escuchado" en otras páginas, la grabación de las conversaciones telefónicas mantenidas en España entre el promotor de Alicante, Enrique Ortiz, imputado en el sumario del caso Brugal, y el consejero de Infraestructuras del Gobierno valenciano, Mario Flores.
Lo de Islandia me parece un ejemplo a seguir. Lo de las conversaciones telefónicas entre Ortiz y Flores, si no fuera por la vergüenza que me provocan como ciudadano de este país, me parecen más bien sacadas de un guion de Torrente, que de una conversación entre un empresario español y un cargo público.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 12 de junio de 2011