En "Excepción cultural y dopaje" (Babelia Extra de ayer), Ángela Molina se ensaña contra mi persona lanzando una serie de falsedades. El CoNCA (Consell Nacional de la Cultura i de les Arts) hizo pública su posición frente a los recortes en cultura y dio soporte a la manifestación del 21 de marzo, si bien existen unas actas que Molina no ha consultado para ver que en ellas consta expresamente que no doy mi visto bueno a ello, y propongo un texto alternativo al comunicado oficial. Le recuerdo que ante quien hay que dar razón de las incompatibilidades de un cargo es ante la Función Pública, cuya declaración en mi caso fue realizada en su día. La exposición del artista Pere Noguera, que dicho sea de paso no es mi pareja, titulada Historias de Archivo, actualmente en la Fundación Tàpies, fue propuesta en 2005, se programó para 2008- 2009, pero la Fundación cerró por obras hasta marzo de 2010. La muestra fue contratada antes de mi entrada en el CoNCA y todos sus papeles están en tiempo y regla.
Molina debería saber que las aportaciones a la Tàpies no dependen del CoNCA por lo que presuponer favores en este sentido muestra su incompetencia y alevosía.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 12 de junio de 2011