Los juzgados de Marbella (Málaga) vuelven a ser escenario de un robo. Esta vez han desaparecido de la caja fuerte del Juzgado de Instrucción número 2 las joyas intervenidas en 2007 a una antigua implicada en el caso Hidalgo contra el blanqueo de capitales.
El juzgado ha tardado cuatro años en percatarse de la falta de las joyas. El pasado 5 de abril, la secretaria judicial comprobó que ocho de las joyas requisadas a Khadija Dalmani, cuyos cargos han sido ya archivados, habían desaparecido de la caja fuerte. Además, apreció que otros objetos de valor que le iban a ser devueltos a la mujer no estaban colocados en el mismo orden, ni lugar, en el que se precintaron el 18 de mayo de 2007. Nada más conocerlo, la juez ha abierto una investigación y ha pedido un informe a la secretaria judicial.
Dalmani es esposa de Azam Khan, empresario detenido en la Operacion Hidalgo. Este comerciante de origen paquistaní fue condenado por pagar 60.000 al juez Francisco de Urquía, que instruía el caso Hidalgo a cambio de que le dejara en libertad tanto a él mismo como a su esposa y a su sobrino. En julio de 2007, semanas después de que se consignaran las joyas en el juzgado, Urquía fue apartado de la carrera judicial tras descubrirse que había cobrado un soborno de 73.800 euros del cerebro del caso Malaya, Juan Antonio Roca.En la misma época y en el mismo juzgado se perdió la pista de otro objeto intervenido: un disco con una grabación de vídeo que servía de prueba clave en otro caso en el que se investigaba una denuncia por extorsión contra agentes de Asuntos Internos. Este disco fue encontrado en 2008 partido por la mitad.
Los robos en la sede judicial marbellí son casi una tradición que se inició en julio de 2001 cuando, en pleno gobierno del fallecido Jesús Gil, se sustrajeron 40 tomos del llamado caso camisetas, un sumario que afectaba al regidor. Hace apenas dos meses que los juzgados de Marbella han reforzado su vigilancia después de que varios menores entraran al menos dos veces en el edificio para robar la recaudación de la máquina de café y hacer pequeños destrozos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 16 de junio de 2011