El juzgado de lo Penal número 2 de Benidorm suspendió ayer por octava vez el juicio contra un arquitecto, un arquitecto técnico, una empresa promotora y tres subcontratistas acusados de un delito contra la seguridad de los trabajadores por un accidente laboral ocurrido en una obra de Finestrat en 1999.
Ese año, un obrero de nacionalidad rumana se cayó desde una altura de dos pisos porque el andamio no reunía las condiciones de seguridad requeridas y quedó parapléjico irreversible. El fiscal acusa a todos los implicados de un delito contra la seguridad de los trabajadores y otro de imprudencia y solicita un año y medio de prisión y 600.000 euros de indemnización, que la acusación particular eleva a más de 800.000.
Después de siete suspensiones por diferentes causas, el obrero murió y ahora el juez quiere saber si fue como consecuencia de las lesiones y si su mujer es la única heredera. Además, uno de los imputados no compareció, por lo que el juez ha ordenado su inmediato ingreso en prisión.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 16 de junio de 2011