Siete tallas de madera con forma de cochinillo que escondían en su interior 9,5 kilos de cocaína de gran pureza. Aparentaban ser el inocente recuerdo de un viaje a Perú pero el valor de mercado de la droga, repartida en miles de dosis, superaba el millón y medio de euros. La Audiencia Provincial de A Coruña condenó ayer a seis años y dos meses de cárcel a cada uno de los cuatro integrantes de una organización criminal internacional que introducía en Galicia grandes cantidades de droga pura que se adulteraba y se vendía en los campamentos chabolistas de Ferrol y Freixeiro (Narón), entre otros puntos.
El líder de la banda era un ciudadano peruano, Francisco Yanze, que dirigía la trama desde Sevilla y tenía bajo su mando a varios correos de nacionalidad española que compraban la droga en Perú y la transportaban como equipaje oculta en las figurillas. Lo hacían en vuelos comerciales que aterrizaban en Alvedro (A Coruña) tras atravesar sin problemas controles y aduanas siguiendo los itinerarios de la organización. Una vez en tierras gallegas, Marcelino C. V, correo de los narcotráficantes y propietario de una tienda de suministros náuticos en Ferrol, se encargaba de distribuirla. En el país andino, la banda tenía subcontratados a artesanos de la madera que se afanaban en ocultar la cocaína en unas tallas macizas y sin fisuras que pasaban inadvertidas como souvenirs.
La Operación Pizarro-Arnés arrancó a finales del 2009 y concluyó cinco meses después con la detención de 16 personas, casi todos afincados en la comarca ferrolana. Fue un operativo conjunto de la brigada ferrolana de estupefacientes y la Guardia Civil, que se cruzaron durante dos investigaciones que tutelaban los juzgados número 1 y 2 de Ferrol. Los otros dos condenados son Yoni Camilo M. y Álex Antonio Yanze, sobrino del cabecilla.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 16 de junio de 2011