Justin Vernon lo tenía todo para fallar con su segundo largo. Su debút, For Emma, lo grabó cuando era un desconocido, pero desde su publicación en 2008 es un músico conocido a nivel mundial, de los que salen en Vanity Fair y New York Times, ha girado el mundo entero y hasta editado un tema con Kanye West (y un disco como Volcano Choir). Que en medio de todo ese jaleo tuviera la claridad para grabar estas diez canciones magníficas es un milagro. Ha sido capaz de hacer un álbum tan hermoso que apabulla, de combinar calma y pasión en un disco que huele a madera y en el que su voz reina elegante sobre vientos, cuerdas, teclados, cimbales, tambores redoblando, pianos o guitarras.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 17 de junio de 2011