Parece que el decreto de ley sobre negociación colectiva, aprobado por el Consejo de Ministros, solo aporta como única novedad la insistencia en prolongar la agonía política y la agonía del mercado de trabajo. Y es que aunque el ministro Valeriano Gómez insista en que está dispuesto a introducir cambios en la reforma de la negociación colectiva en la tramitación parlamentaria, la realidad es que tanto los empresarios como los sindicatos ya han hecho pública confesión de no sentirse "comprometidos" con un texto calificado como la ratificación del fracaso de más de seis meses de diálogo. La reforma aprobada por el Consejo de Ministros es un papel mojado que depende de desarrollos posteriores sobre los que los agentes implicados no muestran excesiva voluntad. Las medidas que anuncia el decreto son necesarias pero insuficientes. Lo que está en juego son los principios de fondo y la oportunidad perdida, por el momento, de un cambio de tendencia en el mercado laboral.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 18 de junio de 2011