Todo lo importante de la vida está en El Padrino. Tom Hanks lo contaba en Tienes un e-mail: cualquier duda, cualquier problema que surja, ya ha sido resuelto en el mítico título de Francis Ford Coppola, una película que admite miles de visionados y en todos se descubren claves. Las naranjas premonitorias de la muerte, los 23 muertos, los 30.000 dólares de regalo de la boda de Connie o los 16 besos y abrazos entre mafiosos.
El cine Verdi repone esta semana El Padrino (y a partir del viernes 24, la segunda parte) en una versión restaurada y digital que refleja otro detalle: la prodigiosa labor de otro genio, el director de fotografía Gordon Willis, figura callada pero indispensable. Un tecnicolor prodigioso y matizado en marrones y grises que rompe el vestuario de Kay. No hay mejor espectáculo de cine que el que empieza con: "I believe in America".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 19 de junio de 2011