La manifestación que cruzó ayer las calles de Madrid hasta la plaza de Neptuno tuvo un emocionante broche final: la Novena Sinfonía de Beethoven, interpretada en directo por el Coro y Orquesta Solfónica. En un folleto repartido entre los manifestantes, los músicos explicaban quienes son y el porqué de su elección musical: "Este grupo de músicos se ha formado poco a poco a raíz del Movimiento 15-M. En él hay profesionales y aficionados, con distintos niveles de formación, que uno a uno, creciendo en cada ensayo, y de manera independiente, han ido enredándose en este proyecto con el objetivo de participar expresándonos de la mejor forma de sabemos". "La Novena Sinfonía de Beethoven es la composición musical más universal. Considerada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, ha representado un canto a la fraternidad y la unión de todos los seres humanos", añadían. "Es el himno de la UE y subraya en oposición a algunas de las decisiones y cambios legislativos que nos llegan desde Bruselas ese sentir nuestro de que la sociedad debe regirse por la suma de todos, del trabajo colectivo y de la soberanía del pueblo, representando así un canto que pide por la unión de todos los seres humanos".
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"Érase una vez un músico que soñó con unir todas las voces del mundo en una sola", continuaba el texto. "Érase una vez una sinfonía universal. La Novena de Beethoven nació como un canto a la libertad, a la paz y a la solidaridad mundial. Creemos que la Oda a la Alegría de su cuarto movimiento es el mejor ejemplo de que la música es un lenguaje que no entiende de límites ni de fronteras, un lenguaje universal que nos une a todos. En ella se nos dice: ¡Abrazaos, millones de hermanos! ¡Que este beso envuelva al mundo entero!", concluía este manifiesto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 20 de junio de 2011