José de Jesús Méndez Vargas, alias El Chango, fue durante años uno de los dos líderes máximos del peligroso cartel de La Familia Michoacana. Junto a su socio, un tal Nazario Moreno González, alias El Chayo, dirigió una organización criminal que no solo se dedicaba a la recolección de marihuana o a la fabricación de drogas sintéticas, sino al control de las actividades legales e ilegales en buena parte de Michoacán y otros Estados vecinos. Una vez abatido El Chayo en diciembre de 2010, las autoridades mexicanas y estadounidenses consideraban a El Chango uno de sus objetivos prioritarios. Ayer finalmente cayó en Aguascalientes.
El presidente Felipe Calderón se reservó el privilegio de anunciar el "gran golpe" policial a través de Twitter. En sus mejores momentos, La Familia llegó a operar en 87 de los 113 municipios de Michoacán, el Estado natal de Calderón. El Chango era una especie de jefe militar, mientras El Chayo se dedicaba a la parte espiritual.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 22 de junio de 2011