Los indignados abandonarán definitivamente el domingo la plaza de Catalunya, según informó ayer a través de un comunicado el Movimiento 15-M en Barcelona, aunque fuentes de la comisión de comunicación advirtieron de que quizá no todos acaten la decisión. "Ese es el compromiso. Si alguien se opone, tampoco podemos hacer nada", explicó un miembro del movimiento.
Estaba previsto que ayer por la noche se empezasen a retirar los toldos y tiendas de campaña para evitar riesgos en la celebración de la verbena de Sant Joan en la ciudad, tal como se hizo con motivo de la celebración de la Champions. En esta ocasión, sin embargo, el objetivo es que la plaza se quede ya solo con un punto de información y sea un ágora de debate.
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El domingo a las cinco de la tarde se celebrará en la plaza una asamblea general de todos los barrios para discutir el futuro del movimiento, qué comisiones deben perdurar y la estrategia a seguir en adelante. Además, el sábado a las seis de la mañana partirá un grupo de personas en una "marcha popular" hacia Madrid, lo que también sucederá en diversas ciudades españolas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 23 de junio de 2011