Durante un mes el artista valenciano Quique Marzal ha mostrado en la sala Mr Pink (calle de Guillem de Castro, 110 de Valencia) su especial revisión sobre el hombre moderno, su mirada irónica sobre la fragilidad del individuo instalado en una sociedad cada vez más extraña. En Hombre feliz. Máscaras y corazas para los tiempos difíciles, que concluye el 30 de junio, Marzal proporciona formas reconocibles, casi dibujos animados, y por ello en apariencia amistosas, para traducir la realidad a otros lenguajes. Una obra de raíz simbólica que incita al equívoco y alerta sobre "los sentimientos contenidos y las apariencias eficazmente controladas", según la galería. "Figura y entorno enfrentados en agresiones mutuas, recreadas de forma teatral y en clave de ironía para poner de manifiesto la incomodidad de la propia existencia en un entorno percibido con frecuencia con hostilidad e incomprensión".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 26 de junio de 2011