Cuatro incendios consumieron más de 500 hectáreas de monte desde el pasado domingo. Los más importantes se registraron en Boiro (A Coruña) y A Cañiza (Pontevedra), que en la tarde de ayer y según los últimos datos proporcionados por la Consellería de Medio Rural, superaban las más de 200 hectáreas cada uno y se encontraban controlados al atardecer. En los dos participó también la Unidad Militar de Emergencias (UME) en las labores de extinción. A pesar de que la provincia de Ourense superó los 40 grados durante todo el fin de semana, los incendios se concentraron en la provincia de A Coruña. Medio Rural denunció el domingo una "elevada actividad delictiva incendiaria", que disparó el registro de incendios entre viernes y domingo a 200 fuegos, "la mayor parte de ellos intencionados". Ayer, el conselleiro, Samuel Juárez, afirmó que la situación estaba normalizada, similar a un día de verano.
En la parroquia de Vaos, en Ribeira de Piquín (Lugo), el fuego se mantenía activo al caer la noche. El incendio, que parece tener su origen en una tormenta seca, ya ha arrasado 80 hectáreas. Medio Rural apunta también que la complicada orografía del terreno, en una pendiente de difícil acceso, complica la extinción, que solo se puede hacer desde medio aéreos. El incendio de Pontedeume, en A Coruña, quedó extinguido ayer y el cálculo provisional de la Xunta estima que ha quemado poco más de 20 hectáreas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 28 de junio de 2011