Cuando apenas faltan tres días para la boda de Alberto de Mónaco con Charlene Wittstock, los rumores de crisis en la pareja se multiplican. Ayer, el palacio de Mónaco envió un comunicado para zanjar los rumores de ruptura de la pareja, que el semanario francés L'Express hizo públicos. "Desmentimos oficialmente la información publicada en L'Express. Los rumores pretenden dañar la imagen del soberano y, en consencuencia, la de su prometida, Charlene Wittstock, y tienen un perjuicio grave para este feliz acontecimiento". Alberto y su prometida se casarán este viernes en un enlace civil y el sábado en otro de carácter religioso.
Según el semanario francés, los problemas habrían empezado la semana pasada. Entonces, la exnadadora olímpica se habría marchado "precipitadamente" de Mónaco en dirección al aeropuerto de Niza para "embarcarse en un vuelo en dirección a Sudáfrica". "Un vuelo sin retorno", según publicó el semanario L'Express, que especula con que Wittstock habría comprendido que "la vida privada del hombre con el que estaba a punto de casarse no era tan ejemplar como ella imaginaba".
Sin embargo, y siempre según la versión del semanario, en el último momento consiguieron convencer a Wittstock para que volviera a Mónaco y cumpliera su compromiso matrimonial, para el que ya está todo preparado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 29 de junio de 2011