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Manifestantes en el centro de Atenas / ALKIS KONSTANTINIDIS (AFP)
Al borde del abismo de la quiebra, el primer ministro griego, Yorgos Papandreu, afronta las últimas horas previas a la decisiva votación en el Parlamento del plan de ajuste 2012-2015 en medio de una doble contestación: la rebelión de algunos parlamentarios de su propio partido, que podrían oponerse al mismo, y la de la ciudadanía.
La Unión Europea implora a Grecia que asuma los sacrificios para evitar la catástrofe. Bruselas agu-dizó ayer el tono dramático de sus advertencias a las autoridades y políticos griegos para que aprueben las medidas de austeridad que exige la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para seguir concediéndoles financiación.
Lehman Brothers no era el mayor banco del mundo -ni mucho menos-, y sin embargo su caída se considera un error colosal que desencadenó una de las crisis financieras más virulentas que se recuerdan. Sumió a la banca y a la economía global en una oscuridad intensa que los analistas han bautizado como Gran Recesión.
El programa del nuevo Gobierno de centro-derecha portugués, que encabeza Pedro Passos Coelho, contempla la suspensión del proyecto de alta velocidad (AVE) entre Lisboa y Madrid, dentro de un amplio paquete de medidas de ajuste para reducir el gasto público.
Christine Lagarde se convirtió ayer en la undécima figura europea en dirigir el Fondo Monetario Internacional (FMI) después de que el consejo ejecutivo del organismo decidiera por consenso que la ministra francesa de Finanzas es la persona adecuada para pilotar el organismo en este momento tan delicado de la coyuntura global.
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