Por poco tenemos un Gobierno valenciano presentable, quiero decir sin imputados. Todos sus nuevos miembros aparecen "limpios" de cargos... a excepción del presidente Camps.
Debe de estar seguro de que la justicia no culminará el proceso contra él por los trajes del caso Gürtel: cosa de nada, una minucia, si se compara con las sustanciosas y millonarias adjudicaciones que el Consell hacía -mientras tanto- a las empresas de la trama corrupta y teniendo en cuenta que, de momento, el mismo tribunal ha decidido no relacionarlo con el affaire de los trajes ni investigarlo. Así, el -por ahora- imputado presidente pensará en irse de rositas y, en el peor de los casos -como se lo ha montado el primer y principal imputado de la Comunidad Valenciana, Fabra-, algún día prescribirá la cosa. No hay más que ir presentando recurso tras recurso sine díe y echarle la culpa de todo a Zapatero.
Larga vida a los políticos despabilados y a la lentitud desesperante de la justicia. Así, cualquiera.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 29 de junio de 2011