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Crítica:GREC | CONTINU

Una triste decepción

Pese a que Sasha Waltz ha cuidado hasta el mínimo detalle para que Continu hipnotice al espectador, no lo consigue. El público que no logró entradas para las funciones de este montaje, considerado una de las perlas del festival Grec, que no se desespere. Dido & Aeneas sigue siendo el mejor trabajo de la coreógrafa alemana.

Continu encierra todas las claves del éxito: 24 magníficos bailarines, un trabajo coral brillante y música, vestuario e iluminación exquisitos. Sin embargo, no atrapa; es visualmente hermoso, pero le falta garra y profundidad en la elaboración del gesto.

Es una pieza en la que se ha estado demasiado pendiente del efecto estético, quizá porque sirvió para la inauguración reciente de dos museos, el Neues Museum de Berlín y el MAXXI de Roma. En el interior de Continu no late el corazón del baile.

CONTINU

Dirección y coreografía de Sasha Waltz. Música de Edgar Varèse, Iannis Xenakis y Claude Vivier. Vestuario de Bernd Skodzing.

Mercat de les Flors. 28 de junio. Barcelona, Festival Grec 2011

Otra trampa para Waltz ha sido la elección de la música, concretamente la del compositor Edgar Varèse (1883-1965), de quien utiliza, entre otras, Arcana para gran orquesta, que recuerda a La consagración de la primavera de Igor Stravinski. Ello, junto con el trabajo coral de Continu, lleva al espectador a pensar en los ballets homónimos creados por Pina Bausch y Maurice Béjart. En ambos, la fuerza del baile del grupo es arrolladora, tiene mayor contundencia y sentimiento. Waltz está todavía lejos de emular a ambos creadores.

Continu tiene un hermoso comienzo, en el que se ven tres cuerpos desnudos suspendidos por un hilo planeando sobre el escenario. Es un grupo escultórico impresionante.

La obra, que se divide en dos partes, de 55 y 35 minutos, reflexiona sobre si debe prevalecer el valor del individuo sobre la colectividad. A lo largo de la pieza abundan los fragmentos de impacto a nivel de grupo, en especial cuando el conjunto engulle al individuo. En este espectáculo son más importantes las figuras que forman los cuerpos que las frases coreográficas que los mueven. Por ello llega a aburrir.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 30 de junio de 2011