El conselleiro de Economía, Javier Guerra, negó ayer que el trabajador imputado del Igape, Carlos Silva, haya ascendido tras su nombramiento a dedo como "técnico responsable de programas". El 27 de mayo, después de que estallase el caso que intenta destapar una trama que se beneficiaba de subvenciones públicas, fue suspendido como subdirector de Información.
Según Guerra, las normas internas determinan que el trabajador tiene el derecho a reincorporarse "en un puesto de trabajo de similar categoría al que tenía". Después aclaró que antes de subdirector era "el técnico responsable de Documentación, Márketing y Publicaciones".
La interpretación de los sindicatos es totalmente opuesta. "Lo que han hecho no es ni inevitable ni éticamente defendible", recalcó desde CC OO Emilio Doforno, responsable de Empleados Públicos. "La libre designación de un puesto es una figura discrecional, que se puede conceder o no", aclara. En el mismo sentido se manifiesta José Antonio Vázquez, de UGT, que vincula el nombramiento a una suerte de premio para el técnico. Silva es personal laboral, no funcionario de carrera, como erróneamente publicó ayer este periódico. Su nombramiento se produjo antes de que se promoviera un concurso para vacantes con categoría similar en el Igape. La asignación de su puesto es de 43.117 euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 30 de junio de 2011