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CARTAS AL DIRECTOR

Profesores indignados

Finalizado el curso académico, he leído el librito de Fernando Gil Villa, titulado Profesores indignados. Manifiesto de desobediencia académica. El panfleto es una llamada de atención contra la deriva que está tomando la educación universitaria en España, cuya característica más destacada es la burocracia, propia de una mentalidad tecnocrática o "cientificista", según Todorov. Desde hace algunos años se viene demonizando a los profesores, principalmente de la escuela pública y en especial de la Educación secundaria.

El hecho es que, para paliar dicha situación, la educación que se nos impone resulta ser burocrática y tecnocrática. Por una parte es una enseñanza en la que se da más importancia a los aspectos formales que a los contenidos. En segundo lugar, como resultado de todo ello, se ha apoderado de la escuela moderna (¿o es posmoderna?) un acceso de fiebre evaluadora. Se quiere evaluar todo, a todos y en todo momento.

Y por último, la escuela fetén debe ser la informatizada. Las nuevas tecnologías de la información y comunicación se proponen como solución mágica a los males de la educación, en menoscabo de la palabra viva de alumnos y profesores, que Quintiliano consideraba elemento central de toda educación. Vemos ahora que esta concepción de la educación ha llegado a la Universidad. Bienvenidos al club, compañeros.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 4 de julio de 2011