La única conexión ferroviaria de Portugal con Galicia, la línea Oporto-Vigo, dejará de funcionar el próximo domingo, según ha anunciado Comboios Portugueses (CP), la operadora del servicio, que enmarca la decisión en la crisis económica del país y en que la línea "no es rentable".
La frecuencia de solo dos viajes diarios más la duración de los mismos (casi tres horas y media para unos 150 kilómetros, con parada en 16 estaciones), dan las claves de esa falta de rentabilidad y de competencia con la carretera. La movilidad entre ambos lados de la frontera es, en cambio, notable: unos 3.000 turismos cruzan diariamente el puente internacional sobre el Miño, en Tui. La Xunta, a través de su conselleiro de Infraestructuras, Agustín Hernández, achacó el problema a "la situación de la infraestructura", construida en el siglo XIX y emplazó a Fomento a buscar alternativas para dar servicio a los algo más de sus 5.000 usuarios anuales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 5 de julio de 2011