El alcalde de Oia, Alejandro Rodríguez, no consiguió aprobar ayer su propio salario al abstenerse tres concejales de su propio grupo, el PP. La propuesta que Rodríguez llevó al pleno contemplaba una dedicación exclusiva para él, con un sueldo de 45.135 euros anuales, y una parcial, de 20.062 euros, para el concejal de Vías y Obras.
La propuesta del alcalde obtuvo tres votos a favor, frente a cinco en contra (los que sumaron socialistas y nacionalistas) y tres abstenciones de los otros tres concejales populares, con lo que fue derrotada. El caso, según la portavoz municipal socialista, Rosa Otero, "demuestra el grado de descomposición" del PP en el municipio, que antes de cumplirse dos meses desde las elecciones ya muestra su primera crisis.
Otero criticó que, "dentro de la tan alardeada austeridad que pregonan los políticos del PP", Rodríguez también ha decidido crear una junta de gobierno, "innecesaria en los ayuntamientos de menos de 5.000 habitantes", para que otros tres concejales de su grupo puedan cobrar dietas por asistir a ese órgano de gobierno.
El alcalde, "en su mismo concepto de la austeridad", dice Otero, también ha fijado la celebración de los plenos municipales cada tres meses y a las once de la mañana, "obligando a los demás concejales a perder horas de trabajo para acudir a ellos e impidiendo que los ciudadanos puedan asistir".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 5 de julio de 2011