El presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, ha trasladado a los diferentes portavoces de los grupos políticos de la institución provincial la voluntad de establecer un recorte de entre el 30% y el 40% en el personal de confianza y libre designación de la corporación, así como de un 10% más en personal no laboral para ahorrar cerca de un millón de euros que podrían destinarse a mejorar la inversión y atención a los municipios. La medida pretende continuar con la política de austeridad y contención del gasto corriente del ente provincial, para poder destinar ese millón de euros a mejorar la atención y el servicio a los diferentes municipios de la provincia, en especial a los más pequeños, "que son los que están sufriendo en mayor medida las consecuencias de la grave crisis económica", informó la Diputación en un comunicado.
Durante la reunión, celebrada ayer, Rus prometió que aplicará otras medidas de austeridad y equilibrio presupuestario para "mantener la inversión en los ayuntamientos sin gastar más de los ingresos corrientes de la propia institución".
En su intervención de cierre del último pleno de la Corporación provincial en funciones, Alfonso Rus también se mostró preocupado por las voces que reclaman la supresión de las diputaciones provinciales en beneficio de los Gobiernos autonómicos y los ayuntamientos. El presidente de la Diputación de Valencia pidió "un esfuerzo mediático para explicar a la gente el valor que tienen las diputaciones". "Si cerraran la Diputación habría que recolocar a los 3.000 funcionarios que dependen de ella en alguna Consejería", explicó Rus, que reconoció que hay que "adaptarse a los tiempos". "Hay que escuchar a los alcaldes y cambiar conceptos, pero seguiremos trabajando para trasladar a la opinión pública la importancia de la Diputación", recalcó Rus, que añadió: "Y habrá que trabajar más para demostrar que los políticos somos gente honrada".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 8 de julio de 2011