El PP no va a pedir a la parlamentaria de su partido María del Carmen Reyes, imputada en el caso de posibles empadronamientos falsos en las elecciones de Lanjarón (Granada), que deje su escaño en la Cámara andaluza. El secretario general, Antonio Sanz, dijo ayer que Reyes ha explicado ya su versión al Tribunal Superior de Justicia (TSJA). "Creo en ella, he hablado con ella y su explicación me parece válida, suficiente y creíble", señaló.
La que fuera en 2007 teniente de alcalde de Lanjarón negó ante el tribunal haberse puesto de acuerdo con el entonces alcalde, José Rubio, para inflar el censo, aunque sí admitió que "ayudó" a algunas personas a rellenar las solicitudes de empadronamiento, en las fechas previas a los comicios, para que no se fueran "defraudadas" del Consistorio. Reyes afirmó que estos ciudadanos necesitaban ayuda para los trámites "o no llevaban gafas".
Según el TSJA, el supuesto empadronamiento falso se habría producido al presentarse un centenar de solicitudes de personas que no residían en Lanjarón ni tenían intención de hacerlo y podían ser "potenciales votantes del PP". El municipio tiene 3.800 habitantes.
Sanz precisó que la investigación interna que ha abierto la dirección del partido consistió en "hablar" con la parlamentaria imputada y recibir la información que les dio, que les pareció correcta. Ni se le ha pedido que abandone su escaño ni se le va a pedir, agregó, porque, a diferencia de otros partidos, en el código ético del PP no se establece que los imputados abandonen sus cargos. "Nosotros esperamos a que se pronuncie la justicia", explicó.
Reyes declaró al TSJA que había cuatro personas censadas en su domicilio, además de su marido y ella, por diversas circunstancias y no recuerda cuándo se fueron.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 9 de julio de 2011