Desconectar de vez en cuanto es vital / VETTA (GETTY)
Lo que necesita es una siesta digital
En Sealords, la multinacional piscifactoría de Nueva Zelanda, las mujeres desconchan mejillones a una velocidad de vértigo. Cada diez minutos la cadena se para. La empleadas -no hay hombres- intercambian su posición sin decir palabra y realizan estiramientos de dedos, manos y muñecas.