José Luis Baltar juró ayer el que espera que sea su último mandato en la Diputación de Ourense sin hacer alusión a los recortes de su abultada plantilla de personal. El barón provincial del PP no ha hecho más que airear su "potente" plan den austeridad que ha merecido el elogio del presidente de la Xunta y del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo. Sin embargo, en el discurso de investidura, en un salón de sesiones a rebosar, Baltar solo se comprometió a "hacer más con menos". El investido presidente de la endeudada institución provincial aludió a la "grave crisis económica" y a la "reducción del presupuesto" de la institución, pero anunció "en el gran marco de austeridad", restricciones "presupuestarias, de recortes y limitaciones inversoras" que, según dijo, no le impedirán encarar las necesidades de la provincia. "La Diputación no va a poder estar en todo", avanzó el presidente para precisar a continuación que "tendremos que estar en aquello que sea más productivo para esta provincia, que sea capaz de generar nuevos recursos y nuevas sinergias".
El barón del PP no solo no mencionó el recorte de plantilla sino que presumió de eficacia de gestión de la institución en organismos como el Pazo dos Deportes Paco Paz, el teatro Principal o el edificio cultural Simeón para el que ha contratado a más de 30 personas para atender tres puertas. Junto a ello, defendió el papel de las diputaciones y advirtió de que quienes se cuestionan su eficacia lo hacen por "interés particular"
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 12 de julio de 2011