El director de orquesta y pianista argentino-israelí Daniel Barenboim y el pianista y jazzista cubano Chucho Valdés son los protagonistas de la tercera edición del Festival Internacional de Piano Verano Clásico, que se celebra mañana y el viernes en la Sala María Cristina de la capital malagueña.
Organizado por el Centro de Divulgación Musical del Mediterráneo, el festival de piano premia a Barenboim, que es presidente de honor del certamen, "por su labor a favor de la paz a través de la música", y a Valdés "por su contribución al afianzamiento de este festival", que esta edición lleva como título La música de Europa y el nuevo mundo y que incluye en su programación obras de Beethoven, Schumann, Gershwin, Janácek o Lecuona, entre otros.
"Este año se conmemora el centenario de la muerte del compositor y director de orquesta Gustav Mahler y coincidiendo con este aniversario las grandes manifestaciones musicales en el mundo, ciclos y festivales rinden homenaje a eso que se llamó 'música de ida y vuelta', esa música europea que al entrar en contacto con la música del nuevo mundo, como el jazz, el blues o el tango, rueda sobre sí misma y genera la creación de nuevas formas y nuevos formatos que generaron rupturas y polémicas, pero que dieron origen a nuevos y sorprendentes universos sonoros", explica sobre la filosofía del festival su directora, la pianista argentina María Testa.
El festival se divide en dos jornadas bien diferenciadas. Mañana a las 21.00 se celebra La Noche Europea, en la que la formación Shostakovich Ensemble, con sede en Belem (Portugal), interpretará obras de Beethoven, Janácek y Schumann.
Barenboim no recogerá su premio al encontrarse en Israel. Quien sí recibirá en persona el premio del festival será el músico cubano Chucho Valdés, muy relacionado con la Costa del Sol, ya que su padre, el pianista Bebo Valdés, reside en Benalmádena desde hace unos años.
Valdés será el encargado de presentar el viernes La Noche Americana, velada en la que el pianista cubano-americano Adonis González interpretará un amplio repertorio clásico cubano, además de obras de Gershwin, Cervantes, Lecuona, Villa-Lobos, Fariñas y Ginastera.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 13 de julio de 2011