Un estudio de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA) sobre la campaña citrícola que acaba de cerrarse arroja unos resultados "desastrosos" para los productores valencianos de naranjas y clementinas. El estudio apunta que muchos de los asociados a AVA están en situación "de quiebra técnica" puesto que estima que cada citricultor acumuló como media unas pérdidas de 1.700 euros por hectárea de cultivo.
Solo se salvaron los productores de determinadas variedades tempranas o muy tempranas, según los técnicos de AVA. Como norma general, los precios en origen se mantuvieron por debajo de los costes de producción en los momentos cruciales de la temporada.
En el caso de las naranjas, los precios en el campo no llegaron a cubrir siquiera el desembolso necesario para cultivarlas durante casi cinco meses de la campaña, es decir, durante la mayor parte de la misma.
Respecto a las mandarinas, la evolución fue ligeramente más favorable si se tiene en cuenta que las cotizaciones en el campo se situaron por debajo de los costes productivos durante tres meses en lugar de cinco, como sucedió con la naranja.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 13 de julio de 2011