La presencia de Rubén Blades en Madrid había despertado grandes expectativas y no defraudó. Durante más de dos horas y media descargó una pura energía bailonga que a punto estuvo de lesionar a algunos de los asistentes. Pero también relató, con sus canciones, rebosantes de una mirada crítica y sagaz, una gran cantidad de historias que retratan sus humildes orígenes. Blades entusiasmó a los 2.500 asistentes al escenario de Puerta del Ángel con un repaso a su obra con enjundia.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 13 de julio de 2011