El primer guiño de Christine Lagarde a los países emergentes acaba de llegar con la creación de un nuevo tercer puesto en la gerencia del Fondo Monetario Internacional (FMI), para el que propone al chino Min Zhu. La francesa también ha elegido al estadounidense David Lipton como candidato a ocupar el segundo cargo de mando en el organismo, cuando John Lispky, cercano a los republicanos, deje la institución.
Lagarde ya anunció la semana pasada, en su primera rueda de presentación, que iba a retocar la estructura de gobierno del organismo para reflejar mejor la voz y el peso de los países emergentes en la estructura internacional. Y se comprometió en firme a dar pasos en la dirección marcada por su predecesor, Dominique Strauss-Kahn, para dar cabida a esta nueva realidad.
El segundo puesto de mando del organismo sigue reservado a EE UU
Básicamente, lo que hace es abrir hueco en la dirección adjunta. Así preserva que EE UU mantenga el control del segundo cargo más importante del organismo, y mete en la cabeza directiva al país más poderoso entre las economías emergentes. De esta manera, las tres mayores regiones del planeta estarán en la cúspide del organismo que vela por la estabilidad financiera global.
Min Zhu es un peso pesado. Ocupó el segundo puesto de mando en el Banco Popular de China y desde hace un año es asesor especial en el FMI. Pero su ascenso se ve como la moneda de cambio que hizo que Pekín se decantara a favor de la candidatura de Lagarde como directora gerente del Fondo. De lo que nadie duda tampoco es de que se trata de un reconocimiento al poder de China.
El banquero chino estará al mismo nivel que el japonés Naoyuki Shinohara y la funcionaria con la triple nacionalidad egipcia, estadounidense y británica Nemat Shakik. Entre ellos tres y Lagarde estará el reformista David Lipton, ahora miembro del equipo de asesores económico de la Administración de Barack Obama. Es un experto en gestión de crisis internacional.
Además, conoce la cocina del organismo, donde arrancó su carrera en cuestiones relacionadas con la estabilización de países emergentes y pobres. También tiene experiencia en el sector privado, tras trabajar entre otros para el gigante Citigroup. Es un hombre de confianza de los demócratas, lo que le permitirá tener un cierto control del FMI a EE UU. Lipton es un devoto del servicio público, con experiencia en el sector privado e integridad personal. Su actual jefe, Timothy Geithner, destaca que su gran fortaleza es su creatividad y su empuje para resolver problemas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de julio de 2011